Cyan: el lobo solitario encuentra su manada
Du kannst nicht lachen, und du weinst auch nicht denn ein Samurai kennt keinen Schmerz - Dschinghis Kahn
Así como el género cinematográfico estadounidense por excelencia fue durante muchos años el western, a Japón le pasó lo propio con el “chanbara”. Este es el cine samurai del que posiblemente la saga Kozure Ōkami (“Lobo Solitario y su Cachorro”) sea la más emblemática, con perdón de 7 Samurai, y tal como los western son todas más o menos parecidas. La gracia del género es que, más allá de las peleas de katanas, se remarca la nobleza y porte del samurai, lo justa de su lucha. Para esto suelen hacerse historias de venganza con una esposa o señor feudal muertos o de rescatar a alguien, y cómo el guerrero se pone a la altura. A nadie le gusta la historia de un tontito con espada que le pega a la gente sin motivo.
En el mundo de FF6 existe una tierra ligeramente inspirada en Japón, que es Doma. Ahí viven Cyan Garamonde, su hijo Owen y su esposa Elayne, servidores del rey. Cyan, un caballero que usa el comando “sword tech” emplea… ¿cuchillos? Esto será medio rari, pero la traducción al inglés “americanizó” varias cosas de modo que perdieron mucho del flavor oriental. Traducciones posteriores pusieron la clase de Cyan como samurai que emplea “bushido” para hacer técnicas con sus katanas - pero los nombres no se cambiaron.
En la versión japonesa del juego, muchos nombres propios le sonaban mal a los traductores. Por ejemplo, Tina se cambió por Terra para hacerlo sonar más exótico y místico. Sabin en Japón se llama “Mash”, como “aplastar”. La gracia era que el nombre en realidad era una “japonización” del nombre “Mathias”, como el apóstol de la biblia… y terminó como Sabin, el creador de la vacuna contra la polio: de la religión a la ciencia. Esto es común en montones de juegos y aceptado por los fans occidentales. Incluso las traducciones más “puristas” hoy eligen mantener estos nombres.
La familia de Cyan, en Japón se llaman “Mina” la esposa y “Shun” el nene, que son nombres recontra japoneses. Cyan, por su lado, es “カイエン” (“Kaien”), que suena recontra japonés… pero que en alfabeto occidental la propia Squaresoft escribió como “Cayenne”, como la capital de la Guayana Francesa Cayena, que a la vez es una bastardización de kyynha del idioma Tupi, que alguna vez se habló en Brasil y es de la misma familia que el guaraní. Lo mejor de todo - los ideogramas para escribir “Kaien” en japonés significan “gaviota marina”. Entonces, ¿cómo se llama? Ante toda esta confusión, el traductor Ted Wolsey posiblemente se agarró los pelos, se arrancó unos mechones y dijo “se llama Cyan porque la armadura es azul y comparte algunas letras”. No lo podemos confirmar, pero después se tomó un trago de whisky, desesperado.
La cuestión es que Cyan es un samurai y pelea con su espada. La aparición anterior de esta clase en FF5 le daba el comando GP/Gil Toss que, justamente, arrojaba dinero al enemigo para causar daño, que seguramente haya venido de cómo los samurai contrataban guerreros para nutrir sus ejércitos… lo cuál debe ser el aspecto más aburrido para destacar de un guerrero samurai. Por eso, en FF6 le pasaron esta habilidad al gambler (Setzer) y al samurai le pusieron el “bushido” (o “Sword Tech”): dependiendo el grado de concentración y cuánto tiempo le des, lanza un ataque diferente.
Lo gracioso: esto en la versión original de SNES implicaba que tenías que estar esperando y sin mover a los demás personajes mientras la barrita subía hasta tu técnica deseada. Sí, los ataques podían ser poderosísimos pero no paralizaban solo a Cyan sino a todo el grupo. Esto se palea un poco en Pixel Remaster, donde ahora Cyan elige su habilidad de antemano, y se toma el tiempo que sea necesario pero vos seguís combatiendo con el resto del grupo mientras tanto.
La historia de Cyan se ve casi toda en pantalla: el imperio invade Doma y Cyan protege el reino como un general, pero cuando Kefka reemplaza a Leo, envenena a la población y todos menos él y un centinela al que jamás volvemos a ver mueren. Cyan se reencuentra con su familia muerta en el tren que lleva a los espíritus (jeh, el tren fantasma) y tras ello decide dedicar el resto de su vida a pelear contra el imperio junto a Sabin y los returners.
De ahí en más, no es que Cyan tenga momentos de la trama que dependan de él, pero sí aporta color al tener opiniones muy marcadas sobre lo que ocurre frente a nosotros: es quien primero desconfía de Celes, quien dice que respeta a Leo aunque es un enemigo, que Kefka es imperdonable y más. Lo que sí ocurre es que una vez que se une a nosotros prácticamente podrías usarlo todo el juego de forma ininterrumpida salvo la secuencia de Thamassa, mismo caso de Edgar, Sabin y Gau.
Cyan es otro personaje que es una “creación colectiva”, del equipo. El personaje fue diseñado y cambió muy poco desde su incepción al juego final. Su trama está muy integrada a las relaciones con el resto del grupo, y de algún modo su historia es la historia del juego. Pero, el dato curioso es que había un personaje más con el que hubiera tenido más interacciones.
“Durante el desarrollo había otro personaje llamado Angela, quien actuaba como una “hermana mayor” estereotípica con Cyan. Ella blandía un látigo. Medio en joda, le tiraba onda a Cyan y él se desentendería y se haría el tonto, pero más tarde cuando estuviera solo se tomaría un momento para auto-halagarse y decirse a sí mismo que todo era cierto. Nos permitía mostrar un lado tímido, privado del personaje. Nunca hubieron conexiones románticas entre ellos, igual: siempre se mantuvo fiel a la memoria de su esposa muerta”, contó un miembro del staff anónimo.
No está claro por qué cortaron a Angela del juego, pero lo de usar un látigo da a pensar que su clase era “beast tamer”, un rol que de cierto modo tiene Relm, y las interacciones con ella bàsicamente ocurren con otros NPCs. Por ejemplo, al final del escenario de Sabin hay una bailarina que le tira onda, y él medio que se hace el tonto, aunque sea una piba random. Un poco más elaborado es el plot en torno a Lola, la chica de Maranda que espera a su novio que fue a la guerra. Ahí, podemos intercambiar un par de cartas, y ayudar al novio moribundo a conectarse con su novia.
Después del apocalipsis, ni bien conseguimos la Falcon, Celes ve una paloma mensajera y por instinto nomás decide seguirla. Así, encontramos a Cyan solo, enviando cartas desde un refugio. El samurai le escribe a Lola, e inferimos por su carta final que estuvo haciéndose pasar por su novio muerto en el apocalipsis. Ahora, el samurai confiesa todo e insta a Lola a continuar viviendo. “Nosotros los humanos tendemos a permitir que el pasado destruya nuestras vidas. Le imploro que no deje que esto le ocurra. Es momento de mirar adelante, redescubrir el amor, y abrazar la belleza de la vida. Tiene tanto por lo que vivir… Cyan”, escribe.
La secuencia es medio graciosa porque al ver a sus amigos Cyan trata de esconder las flores que estuvo enviando y pone cara de enojado cuando sus compañeros le piden detalles. El samurai empatizó con la joven, seguramente por haber los dos perdido aquellos a quienes amaban pero está claro que no hay un interés romántico ni nada. De hecho, si más tarde visitamos a Lola, Cyan elige no revelar que él es el autor de las cartas a pesar de que ella dice que “le encantaría” conocer a esta persona, y que ella en el fondo ya sabía que no era su novio quien escribía.
La secuencia es dulce porque nos muestra que aunque Cyan no logró superar la muerte de su esposa e hijo, sí está haciendo su proceso de duelo y empatiza con otras personas. No dejó de querer lo mejor para los demás y esta es su motivación para unirse a ellos. De este modo, deja de ser el clásico samurai “chanbara” que busca venganza para ser alguien más altruista, que dejará la vida por el mundo de ser necesario, pero para esto existe un último obstáculo.
Una sidequest muy fácil de saltearse sin querer en Final Fantasy 6 requiere que lleves a Cyan al castillo de Doma y te acuestes a dormir en sus ruinas. Al hacer eso, el samurai comenzará a tener pesadillas y el resto del grupo será transportado a un páramo de sueños donde deberemos rescatarlo, atravesando sus momentos más oscuros. Cada área representa su dolor, su pérdida o sus miedos.
La primer secuencia, la más onírica, requiere que nos reagrupemos y enfrentemos a quienes nos llevaron a este mundo, tres hermanos que en japonés se llaman Sueño, Sogno y Rêve (o sea, “sueño” en español, italiano y francés), porque representan el mundo de los sueños. Como son tres, en las traducciones se llaman Moebius, Laragorn y Curlax. ¿Te diste cuenta de la referencia? Porque se hacen llamar “The Three Dream Stooges”... y en SNES la hacen todavía más obvia: se llaman Moe, Larry y Curly - los Tres Chiflados, o The Three Stooges. Esto es todo invento del traductor, pero es un cago de risa.
El sueño continúa y nos lleva a un nuevo pase por el Tren Fantasma, donde Cyan intenta huir de un grupo de espíritus: lo que siente que hizo dejando atrás a los muertos de Doma. Tras superar esta zona, llegamos a una cueva donde usamos armaduras Magitek. Esto representa su miedo a las máquinas y, por consiguiente, al Imperio. El área final es el castillo de Doma, completamente vacío - no muy distinto a lo que vemos en el juego actual, porque el presente y el modo en que se dieron las cosas es a lo que más le teme.
Sin embargo, en este pase final encontramos a los espíritus de Owen y Elayne quienes nos ruegan que ayudemos a Cyan que aún hoy se tortura por todo lo que pasó. Ellos explican que este páramo es el interior del alma del samurai, quien es presa del demonio Wrexsoul hecho de los miedos y fragmentos de alma de quienes murieron en la guerra de los Magi, y ahora despertó por el apocalipsis y por la necesidad de alimentarse del alma de Cyan. Así, confrontamos al demonio en la sala del trono para una batalla final.
Cuando el demonio cae, Cyan habla una última vez con su familia y asume los hechos. Jura mantener su memoria dentro de él, y que ellos le darán la fuerza para continuar viviendo. Esto le permite desbloquear todas sus técnicas de Bushido, y así gana ataques que le permiten desde cortar a los enemigos en dos para una muerte instantánea a atacar cuatro veces al hilo con su katana. Tras limpiar su alma de confusión y dudas, efectivamente se vuelve uno de los personajes más fuertes del juego… si tenés la paciencia para esperar a que sus ataques carguen.
“Una de las cosas que más me gusta de la era Amano de Final Fantasy es la mezcla de fantasía bien mid-80s, bien D&D, con arquetipos de personajes tradicionales asiáticos vía Shonen Jump. Cyan mezcla todos los tropos del caballero noble y el samurái honorable, desde la personalidad anticuada hasta la historia trágica, y por eso para los fines del arco narrativo su historia termina con el tren fantasma (la mejor secuencia del juego) y el adiós a su familia. No vuelve a tener una gran importancia en la historia más allá de las (fantásticas) escenas cómicas con Gau,” cuenta Ignacio “Fichinescu” Esains.
“Si sos una persona digamos normal, ahí vas a dar el cuentito de Cyan por terminado y sacarlo de tu party para siempre. Y es verdad, no se puede discutir: Cyan está lejos de ser el mejor personaje del juego desde el momento que aparece, y para peor cualquier jugador de JRPG sabe que si la primera mitad es de los warriors, la segunda de los mages. Yo en cambio lo tuve en la party una vida, por un lado porque quería a mi Dannyglover-san fóbico a la tecnología y por el otro... nunca fui un minmaxer, pero el terror al game over me obliga a tener siempre un buen tanque a mano y Cyan es EL tanque icónico del JRPG. Pesado, una pila de HP, no te puede tirar un solo hechizo, y para colmo tenía ese maravilloso test zen que era la SwdTech: ¿cuánto te ibas a bancar que un cienpiés gigante te arañe hit points mientras esa barra iba leeentamente del 1 al 2 al 3? ¿y al final por ahí ni lo mataba? No me importaba. Lo jugué en EsNES a 10FPS, sin sonido (pero escuchando una playlist de midis de la OST de fondo) y sin manera de acelerar. Esa barra maldita sigue siendo mi mecánica favorita de un juego que entiende que los rulos de gameplay tienen que reflejar no sólo un "job" sino la personalidad. Cyan es eso: resiliencia, paciencia, control. Cualidades que no tendrán su recompensa en el plano fenicio de los xp o los hp pero que re pegan en lo simbólico. Aparte en japonés se llama casi casi "Chayanne" ¿cuanta masculinidad MÁS querés?,” concluyó.
Cyan empieza la aventura como un lobo solitario. A pesar de ser un general de Doma y de proteger a su gente, es él quien marca la diferencia al tomar las líneas frontales de la batalla y su tarea es noble, solitaria, digna de un samurai. Este porte se mantiene buena parte del juego al juzgar a Celes y desconfiar de ella, o al saber apreciar a Leo por su nobleza a pesar de ser un general enemigo y que simplemente la vida puso de lados opuestos en un conflicto. Chanbara de manual. Sin embargo, la resolución de su arco de personaje es que sus compañeros lo salven y permitan limpiar su conciencia de las inseguridades. En este marco, su dolor no era el combustible de la venganza sino aquello que le impedía alcanzar su máximo potencial y ahí hay una lección y mensaje muy únicos que subvierten el tropo.
El trasfondo de Cyan podría ser el trasfondo de un juego como Sekiro. La historia de un manga seinen como Berserk. La trama de una secuela espiritual de Kozure Ōkami. Pero, en Final Fantasy 6 es parte de la historia de un mundo complejo donde nadie gana solo y el más puro talento con la espada o el más noble de los corazones es insuficiente para inclinar la balanza por sí solos. El guerrero samurai podría haber sido quien haya guiado la trama, pero Cyan no es el protagonista.