Final Fantasy 4: la muerte como puerta que se abre y se cierra
All my friends are dead, they got kicked in the head, all my friends are dead - Turbonegro
La muerte y cómo evitarla es uno de los tropos más comunes a la hora de mover una historia y crear momentos memorables, y después de las muertes de Minwu, Rickard y Josef en FF2; y de Unei y Doga en FF3, Final Fantasy 4 haría lo propio. Eso sí, lo haría como si fuera un cómic de X-men - sin aclarar que no estaban muertos hasta que algo diga lo contrario.
Alrededor de un tercio después del inicio del juego vimos a Cecil abandonar su armadura y hoja oscura para convertirse en un paladin, un cambio permanente en la jugabilidad que lo hace iniciar de nuevo desde nivel 1. Lo más posible es que en el primer combate después de salir de ahí, por la diferencia en niveles, Cecil inmediatamente suba a nivel 6 u 8, que se siente increíblemente empoderante porque ahora tiene más salud, hace hechizos de magia blanca de utilidad, y sobre todo se ve muy cool. Esto es bastante distinto a lo que ocurre con el sabio Tellah, que recuerda todos sus hechizos (¡ya no tenés que usar el comando recordar para ver si te sale un hechizo poderoso!) y aprende Meteor… pero cada vez que sube de nivel se vuelve más débil. Lo que es peor, a esta altura, Palom y Porom pasaron de ser alivio cómico a personajes mucho más útiles por tener más puntos de magia y mejores atributos. Por ejemplo, un Cura/Cure 2 de Tellah te devuelve menos puntos que el mismo hechizo hecho por Porom. Thundaga/Thunder 2 de Palom es casi tan fuerte como Thunder 3 de Tellah. El tipo está viejo, y el mejor detalle al respecto es ver que Meteor, el hechizo más poderoso del juego, está ahí y cuesta 99 MP para ejecutarlo, pero Tellah solo tiene 90. Palom y Porom? Bien, gracias, llegan a los 120 fácil para ese punto en el juego.
De regreso a Mysidia, el sabio del pueblo se sorprende de que la leyenda del monte Hobbs sea cierta y le da a Cecil la Densetsu No Ken, (“Espada Legendaria”, también llamada “Mythgraven Blade” en algunas traducciones) que tiene una leyenda escrita en la hoja. Cada traducción del juego hace lo propio para traducirla, pero la versión más fiel al original dice: “Alguien nacido de la boca del dragón/Elevándose a los cielos con luz y oscuridad/ Una promesa durmiente despertará/Envuelta en la luz de la eternidad/La madre tierra será bendecida/con piedad y salvación/la luna comenzó a buscar su propia luz/Un hombre separado de este mundo/por el flujo del tiempo, duerme”. Si ya jugaste FF4 alguna vez, sabés exactamente de qué habla esta profecía, y tal como FF1 y FF3 vas a buscar cómo cumplirla, porque se refiere a tu protagonista, algo que el sabio de Mysidia dice que es probable, y que tras esta transformación te va a ayudar a derrotar a Golbez.
El grupo toma Devil’s Road, una extraña ruta suberranea que prácticamente los teletransporta a Baron, y ahí se encuentran con que los soldados de Baron están obedeciendo ciegamente al rey, como con la mente lavada. Por supuesto, no se puede entrar al palacio así como así, por lo que el grupo explora la ciudad, y se encuentra con que Yang sobrevivió, pero tiene el cerebro lavado también. Eso se soluciona a las piñas. El monje se recupera y cuenta que nunca pudo rescatar a Rydia y que la niña posiblemente esté muerta, pero que él naufragó hasta Baron donde un monstruo conocido como Cagnazzo se hace pasar por el rey. Eso es un detallazo porque queda ambiguo cuánto exactamente hace que ocurrió el cambio. Por ejemplo, está clarísimo que Cagnazzo es el que orquestó la masacre de Mysidia, pero Cecil dice que el rey le pidió que tome la hoja oscura para defenderlo. Fue el rey o Cagnazzo? Quién fue el que crió a él y Kain como sus hijos? Es algo que el juego deja ambiguo y vuelve la relación de Kain y Cecil con su padre/rey mucho más interesante.
El grupo entra al palacio y los recibe Baigan, el tipo que le “botoneó” al rey al principio del juego que Cecil no quería masacrar inocentes. Palom y Porom inmediatamente se dan cuenta que es una trampa, y el grupo lo derrota. Casi inmediatamente después se revela que el rey está muerto y que Cagnazzo es en realidad el segundo señor elemental del juego, el del agua.
La batalla con Cagnazzo es bastante entretenida porque al igual que contra Scarmiglione tiene un truco interesante. El enemigo cada tanto junta agua en su cuerpo para lanzar una ola y atacar a todo el grupo, pero si en ese momento lo impactás con trueno, el ataque se pierde y vuelve al estadío anterior. Justamente Tellah, Yang y Palom son capaces de equipar armas o hechizos de trueno para mantenerlo a raya. Así, con el enemigo derrotado rescatan a Cid, y salen a buscar una airship. Pero, el otro detalle que Cagnazzo comparte con Scarmiglione es que una vez muerto, realiza una última acción - activar una trampa cual Indiana Jones donde las paredes se comienzan a achicar para aplastar a todos. Esta es una gran escena porque Cecil, Yang, Cid y Tellah intentan hacer lo que pueden sin éxito, y la gran idea se les ocurre a Palom y Porom, que de alivio cómico ya no tienen nada.
La escena es fantástica porque el sentimiento de pérdida es real - a esta altura, los chicos son miembros clave del equipo y tus personajes más poderosos, pero también porque respetan las reglas de las cosas que podés hacer en el juego. Los chicos se convierten en piedra con el hechizo break, algo que literalmente está en tu menú y podés usar con cualquier mago negro, y la solución lógica que ve Tellah es “ah, ok, los curo con otro hechizo, Esuna”. Sin embargo, el texto explica que como el hecho ocurrió de su propia voluntad, los gemelos no pueden despetrificarse. Seguro en juegos posteriores cuando muere alguien te preguntas ‘che, por qué no usan el ítem del menú para revivir?’. Bueno, acá lo intentaron. Los “adultos” en el grupo se dan cuenta que fallaron en proteger a unos nenes de 10-11 años, y Tellah es finalmente el que lo manifiesta al decir “tendría que haber sido yo…”.
Al salir en su nueva nave, la Enterprise (neeeeeeerds), son inmediatamente interceptados por las alas rojas, ahora comandadas por Kain que la hace corta - “traenos el cristal de Tierra o matamos a Rosa”, les dice. Por eso, el grupo viaja a Troia, un reino matriarcal gobernado por ocho sacerdotisas, quienes le comentan a Cecil que el cristal fue robado por el elfo oscuro - lo mismo que en FF1 y FF3. Lo otro que encuentran es a Edward, que también sobrevivió el naufragio, pero en oposición a Yang, está lastimado y no se puede mover. Lo que sí hace es darte una planta conocida como “Whisperweed” (“semilla” o “hierba del susurro”, según la traducción).
La sección que sigue es otra que trata de cambiarte la jugabilidad para sorprenderte - la cueva donde está el Elfo Oscuro es magnética, por lo que si tus personajes equipan armadura de metal, estarán paralizados en combate sin alternativa. Resulta que el tipo, ningún idiota, como es débil contra metal se metió en esta cueva para que nadie pueda abusar de esta debilidad y derrotarlo, pero pegar con espadas es justamente lo que hace Cecil. Por eso, tenés que cruzar todo un dungeon donde Cecil es prácticamente un lastre - si lo vestís de tela y le das un arco y flecha, puede servir como un muy mal mago blanco, pero van a ser Yang, Cid, y especialmente Tellah los que le arrastren el culo por el dungeon. Una vez que llegan al elfo oscuro, si el jugador nunca encontró a Edward, entrás en combate y te derrotan con un ataque te hace 9999 de daño a todo el grupo. Fin. Sin embargo, si tenés la Whisperweed, Edward comienza a interpretar música y cual walkie-talkie, se reproduce del otro lado. Esto hace que el elfo oscuro pierda la concentración, y ahora sí, puedas equipar a Cecil con su espada y armadura.
En agradecimiento por el rescate, las matriarcas permiten que Cecil y su grupo se lleven el cristal para rescatar a Rosa. Edward vuelve a la cama, y les promete que cuando se recupere, volverá a luchar a su lado. Así es como Kain llega en su nave y los guía a la Torre de Zot, un área peligrosísima donde los espera Golbez. En el camino, habrá que derrotar a las Magus Sisters, un grupo de tres hermanas que volverían a aparecer en juegos posteriores, y utilizan su ataque delta - poner hechizos de “reflect” sobre sí mismas para luego tirar magia negra contá sus escudos y rebotarlos contra tu grupo.
Tras llegar a donde está Golbez, Cecil le entrega el cristal, y Golbez da la orden de matar a Rosa. Sin embargo, Tellah a esta altura desea su venganza más que nada, y se enfrenta al villano. Esta batalla no la jugás vos sino que simplemente sos testigo mientras la computadora se enfrenta a sí misma. Tellah usa toda su fuerza vital para, ahora sí, hacer el hechizo meteor, el más poderoso de todos, aunque no le den los puntos de magia. El hechizo funciona, pero Tellah muere, lo que tiene dos efectos - por un lado, Golbez por primera vez decide huir (después de misteriosamente no haber querido matar a Cecil aunque tuvo la oportunidad)… y por el otro lado, que Kain recupere la conciencia.
Kain rápidamente se recupera, y le dice a Cecil que no hay tiempo que perder y que Rosa está en peligro. Efectivamente, está en la habitación contigua atada debajo de una guillotina si jugás la versión japonesa, o una bola de demolición que caerá sobre ella si jugás la norteamericana. El grupo la salva justo a tiempo, y vemos a Cecil abrazarla. Lo interesante es que Kain se da vuelta y mira al costado en vez de celebrar. Kain reconoce: “disculpame, Rosa… no todo lo que hice fue por el hechizo de Golbez. Una parte mía solo quería mantenerte a mi lado”, y esto hace que Kain sea interesantísimo. No es un mal tipo, pero sí tiene un lado oscuro y peligroso. Kain y Rosa se unen al grupo e inmediatamente se enfrentarn al tercer señor elemental, o más bien señorita: Barbariccia del viento, quien le reclama a Kain que es un traidor y que es un desperdicio dada su fuerza. Barbariccia es una chica rubia preciosa, nada que ver con los monstruos anteriores, y se da a entender que ella y Kain tenían.. ¿algo? Sin embago, Kain claramente amaba a Rosa que jamás lo iba a corresponder.
Babariccia le ofrece a Kain volver a unirse a ellos y Kain la rechaza, ante lo que ella dice que los va a matar a todos. Ahí Kain dice una de sus líneas más icónicas y memorables en todo el juego: “te invito a que lo intentes, no sos la única que puede montar los vientos”. En esta pelea, cada tanto Barbariccia va a envolver su cuerpo en un tornado que la hace invencible, y la única forma de penetrar esta defensa es usar el comando “saltar” de Kain para golpearla desde arriba, en el ojo del huracán. Al igual que Scarmiglione y Cagnazzo, Barbariccia tiene una jugada más - derrumbar la torre de Zot. Rosa usa su magia blanca y los salva a todos.
Ahora fuera de peligro, Kain revela el plan de Golbez: juntar los critstales para abrir un “camino a la luna”. Esto requiere tanto los 4 cristales de los diferentes reinos como los 4 cristales oscuros que existen en reinos bajo tierra. Usando una placa en posesión de Kain, el grupo baja en su nave por un tunel gigante y vemos un segundo mapa subterraneo. Dos cosas interesantes pasan acá - primero, la nave no puede volar sobre la lava por lo que estás contenido en un espacio relativamente pequeño, y segundo, los enanos están peleando en tanques de guerra (sí, tanques) contra las Red Wings de Golbez. La nave se estrella en el reino de Agart, y el grupo rápidamente se dirige al palacio. Ahí conocen al rey Giott de los enanos, que comenta que el cristal está a salvo en la bóveda. Relajado, Cid abandona el grupo para reparar la nave. Sin embargo, lo que parecía una situación controlada no es tan así: resulta que hay seis muñecas de la princesa Luca, que fueron poseídas por Golbez. Se trata de las Calcabrina, y cuando las vez suena así:
Por lo general, Final Fantasy no hace terror y la saga suele ir en una dirección completamente diferente. Sin embargo, esta vez funciona y es increíblemente memorable por la música, pero también por cómo una vez que derrotás suficientes muñecas, todas se unen tipo Voltron en una muñeca gigante. El grupo prevalece, pero inmediatamente después aparece Golbez a robar el cristal, y no hay forma de enfrentarlo. Esta pelea es muy buena porque Golbez está desatado, en su mejor forma, acompañado por un dragón negro, y paraliza a todos los miembros del equipo, y uno a uno los va derrotando hasta que quedan solo él y Cecil - todo dentro del motor de una batalla en la cuál el jugador no puede hacer nada. Es muy parecido a la muerte de Tellah. En ese momento, una densa niebla cubre todo, y un dragón de niebla ataca, y vuelve ella.
La reaparición de Rydia es absolutamente triunfal - ahora la vemos no como una niña sino como una joven adulto que ya no maneja magia blanca pero es una adepta maga negra. Además, es capaz de invocar al dragón de niebla de su madre, a Ramuh, Shiva, e Ifrit, además de todos los summos que haya tenido de antes. Con el nuevo apoyo táctico, el grupo triunfa y derrota a Golbez. Rydia explica que tras ser devorada por Leviathan, fue llevada al Feymarch, un área donde el tiempo pasa diferente al del resto del mundo, y creció con monstruos e invocaciones que ahora puede comandar. Sin embargo, Golbez se levanta y con lo último de su fuerza logra tomar el cristal y huir.
El rey Giott le encomienda al grupo ir a la Torre de Babil (“una torre que se eleva hasta el cielo”, en un juego donde hablan todo el tiempo de la luna? Qué misterio, no?) donde Golbez almacena siete cristales. Mientras los enanos pelean con los tanques y distraen al grueso del ejército, Cecil y compañía se infiltran en la base enemiga que es increíblemente tecnológica y descarta por completo la fantasía. Ahí se encuentran con el Dr. Lugae, un científico y villano que trabaja para Golbez, y no es realmente muy interesante salvo que será base para villanos posteriores como Hojo. A pesar de su falta de carisma, algunas de las cosas que hace son terribles, aunque el grupo lo derrote sin mayor inconveniente. Por ejemplo, para detener un bombardeo sobre el ejército de los enanos, Yang se sacrifica destruyendo un montón de computadoras dentro de una sala de control. Además, un puente se retrotrae tirando a los héroes al vacío, pero Cid los salva con la Enterprise. Sin embargo, Golbez les da caza con sus Red Wings, y al volar por el túnel por el que entraron, Cid detona a mano una bomba saltando de la nave, y muriendo en el proceso. El conteo de muertes hasta ahora es digno de Game of Thrones: Palom, Porom, Tellah, Yang y Cid.
El grupo recupera fuerzas en Baron, donde los ingenieros de Cid insertan un brazo mecánico en la nave para llevar el aerodeslizador (¿te acordás?) que usan para llegar a Eblan, un reino de ninjas en la superficie que fue destruido por el ejército de Baron. En una cueva que conecta con un nivel superior de la Torre de Babil, el grupo conoce a Edge, el príncipe - y este es un momento extraño, porque Final Fantasy nos acostumbró a que los ninjas son de las clases más poderosas del juego - así que tenemos poco tiempo para conocerlo.
Resulta que Edge quiere derrotar al cuarto señor elemental, Rubicante, que fue el responsable de la caída de su reino, pero además busca a sus padres que están desaparecidos. Los comandos de Edge son Ninjutsu, que es una variante de magia negra, pero que también tiene efectos para esquivar ataques, o huir de la batalla y varios hechizos de utilidad. Además, tiene el comando “throw” (“arrojar”) que permite revolear armas y causar muchísimo daño, pero por supuesto, se pierden en el proceso. Edge se enfrenta a Rubicante solo, y pierde. El grupo lo ayuda a recuperarse, y accede a colaborar con ellos mientras se intenta hacer el langa con Rydia.
De regreso en Babil, el grupo navega la torre hasta encontrar a los padres de Edge, y acá vemos el más terrible crímen de Lugae: además de lavarles el cerebro, los convirtió a los dos en monstruos. Esta es una escena terrible que sería de las más intensas en el caso que esto sea adaptado a una serie o película - mientras los héroes pelean (o más bien, se defienden), momentaneamente el rey y la reina recuperan la conciencia, y tras profesarle su amor y orgullo a Edge eligen matarse el uno al otro por saber que volverán a perder el control.
Ahí es donde entra Rubicante en escena.
En oposición a los otros cuatro señores elementales, Rubicante no es un tipo sin honor. Edge le reclama por la transformación y muerte de sus padres, pero el señor elemental replica “no tuve nada que ver con las asquerosidades de Lugae. Me avergüenzan tanto como a vos te causan dolor”. Edge, en un momento de furia le dice que estos actos son imperdonables y Rubicante dice la gran villano de anime: “qué podés hacer vos, un simple humano, contra mi”. El ninja replica que se lo va a demostrar y despierta sus poderes latentes muy estilo transformación en super saiyajin - igual de épica.
Rubicante ahí hace algo increíble: cual villano de anime, les dice “nunca van a derrotarme, los vientos helados del infierno no podrían penetrar esta capa que llevo”, pero a continuación les dice “vengan a enfrentarme en su mejor forma”, y cura a todo el grupo antes de empezar el combate. Esta clase de villanos, que son malvados pero tienen algún sentido del honor como Rubicante, Gilgamesh, o los Turks, son de lo más interesante de esta época de Final Fantasy.
Como todas las peleas con señores elementales, este combate tiene truco. A lo largo de este, el enemigo se cubre con su capa varias veces y cuando esto ocurre, absorbe todos los elementos. El tema es que el tipo abre la capa para tirar sus ataques más fuertes, y ahí hay que aprovechar la velocidad de Edge para hacer el hechizo de agua Flood o hechizos de hielo con Rydia (si llegás…) para hacer daño extra. Si no aprovechas estos momentos, Rubicante utiliza su ataque Inferno, que es capaz de derrotar a cualquiera de tus personajes en un solo golpe.
Cuando el grupo gana, procede a la habitación siguiente y encuentra los cristales… solo para que se abra el piso y caigan en un hangar, donde encuentran una nueva nave, que llaman Falcon.
Final Fantasy 4 está increíblemente lleno de muerte y tragedia, y es de un nivel de melodrama que lo hace parecerse más a un manga shonen de aventura que a sus predecesores, más estilo “conseguí el coso A para ir al lugar B”. Sin embargo, el juego alivia la tensión porque muchas de las muertes de personajes jugables eventualmente se “des-hacen”, pero lo interesante era redactar esta nota desde la perspectiva que alguien lo juega por primera vez. Por eso, para el momento que muchos de los héroes regresan, el impacto de su pérdida se desvanece. El más raro es el de Tellah, que justamente muere en serio. Cuando te das cuenta que casi todos volvieron y él no, lo que queda es un silencio bastante ensordecedor que mientras más lo pensas, más memorable vuelve a esa secuencia. Es, efectivamente, el que más se parece a la muerte real porque el mundo sigue.