Kain Highwind - El tipo en el logo de Final Fantasy 4
I woke the same as any other day except a voice was in my head... - Soundgarden
Desde que empezamos a hablar de Final Fantasy 4 en Fantasía Inicial le pusimos muchísimo énfasis a lo que no era posible en los juegos anteriores por razones tecnológicas, y ningún personaje aprovecha mejor estas nuevas posibilidades que Kain Highwind, el dragoon de la party. Que el tipo no esté presente o sea un enemigo durante aproximadamente medio juego no quiere decir ni por un momento que lo que ocurre con él y lo que hacen los escritores con el personaje no sea interesantísimo, al punto de que es él y no el protagonista Cecil Harvey el que aparece en el logo del juego. Fijate el detalle - la rodilla levantada en esa posición y su figura de perfil forman un cuatro.
Kain Highwind es, sin lugar a dudas, el personaje más interesante de Final Fantasy 4 porque es el más gris de todos. En el canon del juego, es el hijo de un caballero dragoon que queda huérfano y es adoptado por el rey de Baron, que lo cría como a un hijo junto a Cecil. Los dos “hermanos” toman caminos separados cuando Cecil se vuelve caballero oscuro y Kain un dragoon como su padre, y los dos son increíblemente exitosos en sus respectivas “carreras”. Mientras que Cecil se vuelve el caballero negro y capitán de las Alas Rojas, la fuerza aérea de Baron, Kain es el capitán de los dragoon, un grupo de caballeros con lanzas capaces de saltar descomunales alturas para aterrizar sobre el enemigo con su arma. Con nuestras leyes de la física y biología esto suena estúpido, pero asumiendo que en este universo funciona tiene sentido que el ejército de Baron con sus naves entrene estos guerreros que usan la altura a su favor.
Un detalle que mantienen los dragoon en todo Final Fantasy, anteriores y posteriores, es que los años de gloria de esta disciplina están quedando atrás porque otros guerreros más modernos o versátiles los dejan obsoletos. En FF4 en particular esto comienza a formar el perfil de Kain - por más disciplinado que sea, por más excelente que sea en su arte, el tipo ve a su hermano Cecil convertirse en una de las figuras más importantes del reino… y que él siempre está un paso detrás. No cabe duda que Kain banca a su hermano en todas, e incluso confronta al rey cuando lo exilia por cuestionar ordenes, porque su perfil es de un tipo con honor. El problema es que además del honor se encuentra con que el mundo favorece siempre a Cecil, que parece siempre irle un poquito mejor en todo momento de sus vidas.
Lo llamativo de Kain son los demonios en su interior. Cual narrativa de manga shonen (por ejemplo, pensá en Goku y Vegeta, o cualquier serie con dos “rivales” claros), Kain está celoso de Cecil. Lo interesante, en su caso, es que esto es un demonio que lleva dentro suyo, y el tipo desprecia lo que siente porque conflictúa con su honor. Aparentemente, durante años lo manejó bien, pero lo que empieza a hacer que la cosa tambalee es la relación entre Cecil y Rosa, la maga blanca. Kain está perdidamente enamorado de ella, y desde que lo vemos por primera vez trata de ignorar esto por el cariño que le tiene a Cecil, a ella, y por su honor como caballero Dragoon. A medida que progresa la historia, se nos da a entender que el tipo siente culpa por sus sentimientos, que sabe que no debería tenerlos y debería alegrarse por los éxitos de su amigo, por su relación con Rosa y todo eso, pero claramente no está feliz.
Que a alguien le guste alguien y que esa persona no tenga sentimientos por uno es algo con lo que cualquier humano puede sentirse identificado, pero Kain comienza a tomar la ruta del incel y acumular furia y sentimientos negativos dentro de él. Esto, bajo cualquier contexto lo haría un tipo de mierda, pero lo que es llamativo es que sabe que no debería sentirse así y lucha por entenderlos y mantenerlos a ralla. Por desgracia, en este mundo no hay psicólogos y encima existe el control mental, entonces a medida que progresa la trama, cuando Cecil y Kain se separan después de decidir que van a luchar contra el reino de Baron, algo ocurre. Nos enteramos que detrás de escena, Kain fue controlado para que colabore con Golbez y lidere las alas rojas en la campaña de conquista y obtención de los cristales. Nunca sabemos exactamente qué le ofrece Golbez a cambio de su lealtad excepto una cosa: Rosa.
Kain derrota a Cecil fácilmente la primera vez que se vuelven a ver, aprovechando el factor de la sorpresa, y es luego Kain quien le ordena a Cecil (ahora convertido en paladin) que recupere el cristal de Troia a cambio de la vida de Rosa. El control mental de Golbez se rompe cuando Tellah usa meteor contra el villano durante la secuencia en Tower of Zot y Kain, inmediatamente se da cuenta de lo que hace un tercio de juego que viene haciendo y ayuda al grupo a rescatar a Rosa, a punto de ser ejecutada. Que Rosa esté en esta posición, a punto de perder la vida, prueba que quizás haya sido el amor a la chica lo que hizo que Kain se quiebre, pero una vez pasado al lado oscuro, también pesa su orgullo. Se ve que cuando Rosa los confrontó o algo, Kain prefirió verla muerta o utilizada como cebo por Golbez antes que admitirse a sí mismo que ahora era un villano, pero esto es más suposición que algo que la historia confirme.
Un detalle interesantísimo para remarcar en este punto es que Kain, depende la traducción que tengas, puede que haya tenido o no algún tipo de relación con Barbariccia durante este tiempo. No lo culpamos, la chica es preciosa, pero diferentes líneas implican diferentes cosas. En la traducción original al inglés lanzada para SNES no se implica nada por el estilo, pero es famosa por ser muy mediocre. El grupo de traductores J2E hizo la que muchos jugadores consideran la versión definitiva del juego, y en esta, Barbariccia dice cuando Kain vuelve a unirse al grupo de Cecil: “Kain, me traicionaste… ¡nos traicionaste! ¿Después de todo lo que te di? ¿Por qué? ¿No somos acaso ambos criaturas de los cielos?”, y Kain contesta “Barbariccia, no traicioné nada excepto mi propio honor”. Ella replica “Y pensar que evité que Lord Golbez te mate por una débil emoción humana…”.
Esta traducción es interesantísima por recuperar mucho contenido perdido, pero estas líneas son una interpretación no canónica de lo que realmente dice en japonés - y dado que el japonés es famoso por ser ambiguo, se entiende por qué la confusión. El traductor interpretó mal el tono, e incluso se salteó una línea donde Barbariccia replica “No digas mi nombre con tanta confianza”, por lo que si este vínculo existe, es mucho más tenue y complicado de lo que el texto implica. Las traducciones oficiales actuales son bastante más frías y ambiguas estilo “Kain, nos traicionaste… ¡y a pesar de tu fuerza!” y “Te tendría que haber matado cuando tuve la oportunidad”. Lo que importa es que después Kain replica con su línea más cool de todo el juego: “te invito a que trates, Barbariccia, ¡no sos la única que puede cabalgar los vientos!”
Lo otro que pasa en esta secuencia que es interesantísimo es que Cecil y Rosa confrontan a Kain pero no desde la bronca, y de hecho, no le reprochan nada. Está claro que previo a cualquier relación, los tres protagonistas de este juego eran excelentes amigos que se bancan y se respetan. Cuando Rosa dice “¡Kain!”, Cecil le dice “Recuperó la conciencia”, y Rosa inmediatamente baja la guardia sin cuestionar nada. Kain se disculpa y dice algo super inquietante, sin poder mirarlos de frente: “Perdoname, Rosa, no todo lo que hice fue por el hechizo de Golbez… Solamente quería mantenerte… mantenerte a mi lado”. Tras un momento de silencio es Rosa la que dice “¿Por qué no te unís a nosotros en nuestra lucha?”, Kain vuelve a disculparse, y esta vez es Cecil el que simplemente dice “Kain… vamos”.
Los personajes no vuelven a referirse a la “traición” de Kain hasta que pasa el segundo tercio del juego e intentan irse de la cueva sellada con el último cristal. En ese punto, Golbez vuelve a ejercer su magia y recupera el control de Kain. En esta instancia lo vemos ocurrir frente a nuestros ojos, la voz de Golbez dice “Kain… regresá a mi, mi peón… Entregame el cristal”. Kain cae de rodillas, y Rosa le dice “¡No lo escuches! ¡Resistí!”. En ese momento, el dragoon se para y dice “Está bien… estoy en control de mi mismo,” pero inmediatamente ataca a Cecil y se roba el cristal. Edge, que es el más nuevo en el equipo para ese punto y no tiene una relación tan larga con Kain le grita “Asqueroso traidor”. Golbez les dice “subestimaron mi habilidad… solamente le aflojé un poco la correa a su amigo, esperando el momento para tirarla con fuerza”. Una vez más, Kain abandona el grupo pero esta vez es terrible porque después de haberlo visto en combate, es un personaje increíble, con una fuerza demoledora, y miembro clave del equipo.
Recién volvemos a ver a Kain para el acto final del juego, después de derrotar al gigante de Babil y confrontar a Golbez. Fusoya revela que Cecil y Golbez son hermanos de sangre, y Golbez decide irse con el Lunariano a confrontar a Zemus, que lo tenía controlado con sus poderes mentales - igual que al protagonista de esta nota. Cuestión es que Cecil, Rosa, Rydia y Edge se quedan atrás cuando el gigante comienza a colapsar y Kain sale de la nada para salvarlos. Cecil está mudo y ni habla del shock, mientras que Edge lo saca cagando por traidor. Kain dice “podemos hablar después pero primero tenemos que salir de acá”, y Rosa toma la iniciativa y guía al resto del grupo a su lado. Bien hecho, gringa, porque se hubieran muerto todos.
Una vez fuera, Kain comienza a disculparse inmediatamente y reconoce lo terrible de sus crímenes, y Edge aprovecha para echarle la culpa de todo - con razón, porque hizo cualquiera. Sin embargo, Rosa lo absuelve de inmediato: “Golbez se liberó también. Por eso estás libre. Nada de esto fue tu culpa”, le dice la hechicera. Después de que le explican a Kain lo que está pasando, el dragoon inmediatamente decide ir a la luna a confrontar a Zemus. “De cualquier modo, parecería que yo también tengo una deuda que pagarle a Zemus”, dice, a lo que Edge replica “Ja! Y cuando te controle de nuevo, ¿entonces qué?”, y Kain devuelve “Si pasa eso, matame sin pensarlo dos veces”. No lo dice de modo desafiante, sino resignado a que no quiere volver a ser el enemigo y efectivamente prefiere la muerte.
Un detalle bastante copado: Cuando Cecil y Edge deciden “echar” a Rydia y Rosa de la party para la misión final de la que no saben si van a volver, Kain intenta discutir. “Cecil…” llega a decir, y su camarada, que sabe inmediatamente lo que está por decir le contesta “Kain, no discutas”. Quizás por vergüenza de todo lo que acaba de pasar o por respeto al “líder” de este grupo, o por miedo a perder su posición, el dragoon no dice nada más. Sin embargo, una vez en la luna, Rosa y Rydia revelan que se colaron en la nave y Cecil una vez más intenta dejarlas de lado. Es Kain el que le dice “chabón, esta no la vas a ganar”. Quizás remarcar esta escena parezca una pedorrada, pero lo que está bueno es mostrar que Kain no es un incel dramático y estúpido sino que es más consciente de lo que Rosa puede hacer que el propio Cecil, y que debajo de sus celos hay una amistad, respeto y cariño real por sus dos aliados. El tipo habrá sido controlado, pero no miente. Lo que es más, Rosa no lo ama como potencial pareja, pero está clarísimo que el vínculo entre los dos es poderosísimo, real e interesante.
Así, Kain te acompaña al acto final de la historia y apoya al grupo en este último combate ganan. Al regresar a la Tierra, todos los personajes celebran y se vuelven respetados líderes, gobernantes y reyes. Todos excepto Kain, que está ausente incluso en el casamiento de Cecil y Rosa. Una escena lo muestra solo en Mount Ordeals, donde Cecil logró conquistar su oscuridad y convertirse en paladin, y lo vemos quitarse el casco, lucir su imponente melena rubia, y decirle a la nada “Cecil… Rosa… no tengo derecho a ser testigo de su felicidad… no así. Voy a mejorarme en Mount Ordeals. Y cuando me haya convertido en un dragoon mejor que mi padre, quizás entonces pueda volver. Hasta que ese día llegue, les deseo lo mejor.” Su historia tiene un final agridulce pero se resolvería unos 15 años después.
Kain es, con perdón de la subjetividad que tratamos de evitar en este medio, el mejor personaje de Final Fantasy 4 justamente porque tiene fallas terribles, dramáticas, pero que están explicadas, mas no justificadas. El juego hace un gran trabajo a la hora de explicar que sí, hubo control mental, pero que muchas de las acciones de Kain fueron de su responsabilidad porque se dejó llevar. Esto es algo muy común en el manga shonen, o volviendo a la comparación con Star Wars, lo que pasa si alguien cae al lado oscuro. Es difícil responder definitivamente si Kain es un buen o mal tipo, y más cuando muchas de las cosas que dice a lo largo de la aventura lo hacen sonar como un incel que busca figura paterna en Milei, pero con Kain pasa algo más interesante: el tipo es consciente de su rabia, de su envidia, y no se justifica a sí mismo. Genuinamente se arrepiente de haberse dejado llevar por esta furia, como si fuera el personaje de Edward Norton en American History X o Vegeta cuando confronta a Majin Buu. La trama no los absuelve, al menos no del todo, y así producen historias cautivadoras.
Lo complejo que es Kain para los apenas 16 bits de este juego, además, está condimentado con que es un personaje clave y recontra útil en el plano jugable, pero también genuino y honrado. Lo del honor es un aspecto clave en las historias de caballeros y fantasía, y en el caso de Kain es interesante porque genuinamente tiene cosas que perder. Es muy fácil estar del “lado correcto” de un mundo de fantasía cuando las decisiones son día y noche, pero cuando las decisiones sobre el honor tienen consecuencias la cosa se pone interesante - mirá a Ned Stark en Game of Thrones. Kain debe elegir constantemente entre su orgullo y sus amigos, la mujer que ama (así busque tomarla por la fuerza) o el mundo, sus celos o su hermano - Kain busca su lugar entre la luz y la oscuridad tanto como Cecil, así no se convierta en paladín. Es fácil identificarse con él porque es un tipo que no nació valiente ni perfecto pero que con sus errores, elige tratar de ser mejor. Incluso si como jugador, lector o lo que fuera no podés perdonarlo, el tipo ya ganó porque Rosa y Cecil sí lo bancan en todas y de la forma más genuina… y ellos lo conocen mejor que vos. Si sumás que un personaje así de carismático y complejo encima se pare todo cool con su lanza para formar el 4 de Final Fantasy 4… ¿cómo no va a ser la tapa del juego?