Rosa Farrell: el dispositivo de trama y la importancia de escribir mejores personajes femeninos
"Mujer, ni sumisa ni devota, te quiero linda, libre y loca" - un chabón explicándole a una mujer cómo tiene que ser
Final Fantasy 4, en los papeles, tiene una triada de protagonistas y su núcleo duro es la aventura de Cecil Harvey y sus dos amigos de la infancia: Kain Highwind que se convierte en algo así como un hermano, y Rosa Farrell, que se convierte en su pareja. Kain y Cecil en particular son personajes super interesantes y complejos en comparación a todo lo que había venido antes pero el modo en que se crea la relación e interacción con Rosa deja en evidencia que esta es la pata más flaca de la historia. La maga blanca tiene sus momentos donde aparece, pero muchas veces no es más que un dispositivo de la trama.
El dispositivo de trama o “plot device” es una técnica de escritura que se utiliza para mover la historia de un personaje y avanzar la trama. Es la excusa para que ocurran las cosas. La convención cuando se discute narrativa es que cuando el plot device artificialmente remueve la agencia de un personaje y se lo usa para avanzar a la de alguien más, es escritura mediocre - la forma más elegante de narrar una historia es hacer que cada personaje principal mueva la trama y que los resultados se sientan inevitables dado quienes son los que interactúan. Cecil y Kain toman decisiones. Rosa es arrastrada por las decisiones de los demás.
Parada al lado de dos tipos como Cecil y Kain, Rosa la maga blanca es el necesario personaje femenino que aporta variedad, puntos de vista diferentes, y hace funcionar la dinámica entre los otros dos, no siempre de la mejor forma. A pesar de su diseño que peca de los vicios de la fantasía clásica (“mujer que cura, como una madre”, “piba vestida sexy y con armadura poco práctica”, “interés romántico de un triángulo amoroso”, etcétera, etcétera), Rosa tiene varias cosas que la hacen única y le intentan dar identidad. Por ejemplo, sabemos que es uno de los pocos personajes de Final Fantasy que tiene madre viva e incluso podés ir a su casa y hablar con ella (“eeeeh, suegrita”). Rosa tomó la profesión de maga blanca, la misma de su madre, por su interés en proteger que es un rasgo entrañable en un personaje en la nación más militarizada del planeta.
Cuando la conocemos, al principio de FF4, sabemos que tiene una relación que data de años con Cecil, y que también es amiga de Kain. El juego es específicamente vago con los detalles y nunca aclara qué tan formal son ella y Cecil, pero lo que no te informa el texto, te lo informa Nobuo Uematsu con su Theme of Love que suena cada vez que Cecil y Rosa están juntos en una escena. Lo raro es que, Rosa es uno de los personajes que más controlas a lo largo del juego (después del primer tercio se une a tu equipo no lo vuelve a dejar) pero no tiene muchas características que la definan ni es esta una historia de la que sea protagonista. Te podemos decir qué cosas dice, qué cosas hace, que pelea con un arco y flecha o con una vara, pero no mucho más porque su rol es o acompañar a las verdaderas estrellas de esta historia, o ser un objeto para mover la trama, una damisela en peligro para que Cecil salve, o un objeto de deseo para que Kain cambie de bando.
La ficción le asignó un cierto rol a la mujer y a lo femenino, y si bien no tiene nada de malo que una mujer se presente como protectora, maternal, devota, y valiente, el caso de Rosa destaca por lo poco que subvierte las expectativas y cómo estas características existen en función de historias mejores. Rosa se ajusta a los paradigmas clásicos y los momentos de la historia que la tienen de protagonista incluyen convencer a Rydia de que puede usar fuego, o ser capturada y salvada en dos ocasiones diferentes. Si alguien argumentara que esto es producto de su tiempo, tendría razón, pero cuando se lo contrapone con las demás historias, sorprende lo poco que innovaron en este aspecto. ¡Al menos tiene diálogo! Puede decirle a Cecil lo mucho que lo ama, o ser la que confía en Kain antes que cualquier otro personaje, pero está lejos de ser la chica activa y con objetivos que se convertiría en el estándar en los Final Fantasy posteriores.
La de Rosa no es la primer ni última vez que a un personaje femenino le toca ser el soporte de la historia. Por ejemplo, Sue Storm, la mujer invisible en los 4 fantásticos tiene un set de poderes similares de dar apoyo a sus camaradas y comparte el coraje con Rosa de decir “ah, me quieren dejar afuera de esta aventura porque solo soy una chica, ¿no?”. Por otro lado, está tratada más dignamente que el tropo de la mujer en el refrigerador, basado en el cómic de Green Lantern donde su novia aparecía muerta en la heladera en un cómic con la excusa de mandarlo a buscar venganza. Pero, aún así la historia no le ocurre a ella, sino que ocurre en torno a ella, sin que sea un personaje activo fuera de los comandos que elegís del menú para que opere.
Lo importante con Rosa es que es un personaje que se merecía más porque es la coprotagonista de la historia. No está inherentemente mal que sea la clase de personaje abiertamente femenino en una sociedad claramente patriarcal como es el mundo de Final Fantasy 4 con la notable excepción de Troia y su consejo de 8 sacerdotisas que gobiernan, pero cuando tenés dos varones jóvenes escribiendo el guión en un videojuego de principios de los 90s, lo más posible es que ni se hayan planteado la idea de balancear mejor los momentos de cada personaje.
Un par de detalles más a remarcar de Rosa es que spin-offs posteriores harían mejor trabajo que Final Fantasy 4 para mostrar qué clase de persona es ella, y también que el sprite donde Cecil y Rosa se “besan” es el único sprite en todo el juego que incluye a dos personajes a la vez.
El trabajo que los escritores pusieron a la hora de escribir a Rosa destaca por ser fundacional más que por su calidad. Rydia, dentro del mismo juego, es el único otro personaje femenino y posee motivaciones más sólidas que su devoción o amor a la vez que personajes posteriores levantarían la vara. Posiblemente los autores hayan sido conscientes de esto porque Final Fantasy 5 sería el primer (y último) juego de la serie en tener más personajes jugables femeninos que masculinos.